Propósitos de año nuevo
Este cambio en el calendario y estas fechas, en general, son de gran importancia para muchos. Demasiado para algunos. Por un lado, están los que le dan tanta importancia que si uno, no se la das, automáticamente te colocan en el lado de los que no se la dan. No soy una persona de extremos aunque sí de intensidades. Te lo explico; lo que vivo lo hago intensamente, pero no necesariamente posicionado en dicotomías socialmente aceptadas.
No vivir estas fechas como la mayoría no debería convertirte en el “Grinch”. Me gusta ver a la gente feliz y disfrutar. Aunque es cierto que en un tono más bajo. Cuando hay que participar lo hago y no soy del que señala las incongruencias que acontecen. Ocurren todo el año, porqué hacerlo en Navidad.
Hoy es el día en el que “todo empieza”: dietas, gimnasio, proyectos abandonados o que nunca se comenzaron y la puesta en marcha de decisiones que hace tiempo llevamos postergando. Muchas de estas aventuras se irán disipando a medida que el año avanza. Otras, con suerte, se irán instaurando en tu día a día para formar parte de tu nuevo “yo”. Un poco más parecido a esa imagen ideal que se tiene de uno mismo. Duren lo que duren serán parte de tu historia y te irán moldeando y, a largo plazo, describirán quién eres.
Como en todo, están los detractores de los propósitos de año nuevo, unidos a los que no dan importancia a todo lo que acabamos de vivir. Que para mí no sea importante no quiere decir que no entienda la intención de quienes lo hacen. De hecho, me gusta ver que lo hacen o al menos lo intentan. Comprendo la intención de querer cambiar costumbres arraigadas en uno mismo y que sabes que no te benefician. Que quieras tratar a los demás con más amabilidad de la que mucha veces eres capaz. Que te trates a ti mismo mejor. Soñar con un mundo ideal en el que tú eres el protagonista principal y en el que todos son felices. Comprometerse con uno mismo a ser quien quieres ser.
No se trata de ignorar la realidad sino de intentar construir un mundo que funciona bien. Un mundo justo y estético. Sin intención no hay logros. Si no ponemos una fecha de inicio ni trazamos un plan no habrá resultados, grandes o pequeños. Lo importante es que lo que ocurra sea algo que hayas diseñado y no el resultado de comportamientos automáticos que ni siquiera sabes cuándo empezaron.
Por eso me uno a todos los que hoy tienen ilusión de empezar un montón de proyectos. Tantos que abruman y que no te quedará más remedio que priorizar unos frente a otros porque sabes que no vas a llegar a todos. Me uno a los que no se desalientan porque saben que aquéllos que pasen al final de la lista seguramente el año que viene o el siguiente subirán de puesto. A los que no pierden la paciencia al ver que muchos de estos nuevos emprendimientos van más lentos de lo que desearían porque saben que, al menos, están recorriendo ese camino que se han marcado. A los que saben que hoy es un día como otro cualquiera pero que no pasa nada por decidir que el uno de Enero es una fecha bonita para comenzar. Igual que lo serán todos los lunes, los primeros de mes, el día de tu cumpleaños o cualquier fecha que a ti te parezca que tiene sentido para comenzar tu camino para sentirte feliz.
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